Un libro de primeras imágenes y la importancia de la educación estética

Dentro de los numerosos libros de primeras palabras e imágenes que hay en el mercado, uno de nuestros favoritos es Libro de imágenes de Ian Beck, editorial Juventud. Consta de 40 páginas de gran tamaño; en cada una de ellas aparece una espectacular ilustración y su palabra correspondiente. Lo que da unidad a este glosario es la niña que aparece en todas las imágenes y ese particular mundo de colinas en el que vive: ¿quién no querría ser amigo suyo, regar con ella ese jardín redondo tan especial, corretear con por las colinas detrás de la enorme pelota?

¿Hacer después un ramo de rosas gigantesco o vivir en una casa de ventanas verdes con cortinas azotadas por el viento?

Las palabras que se ilustran forman parte del primer vocabulario de los bebés de cualquier parte del mundo: incluye los animales más comunes, los primeros juguetes, el tiempo que hace, el entorno más cercano, etc. También la gran mayoría son palabras bisílabas fáciles para los niños que están empezando con la lectoescritura.

Pero, como ya habéis podido intuir, las acuarelas de Ian Beck, a pesar de expresar conceptos tan básicos y universales, se salen por completo de lo común: los choques de escala, los toques surrealistas, el toque mágico del ilustrador… hacen de este libro una verdadera obra de arte a partir de la cual soñar, imaginar e inventar a cualquier edad.

Y eso hace que el libro tenga valor y uso más allá de ser un mero glosario de primeras palabras. Por ejemplo, cuando saco el libro para decirle las palabras a mi bebé, mi hijo mayor me pide que le cuente la historia que hay detrás de esa niña misteriosa y los elementos extraños del mundo en el que habita o él mismo empieza a imaginársela. La verdad es que con las imágenes del libro podrían imprimirse unas fabulosas cartas de narración de historias.

A mí este libro me ha recordado la importancia de la educación estética de los niños, tan olvidada a menudo en la escuela, cómo tenemos que intentar rodear a nuestros hijos de belleza porque en ella está en buena medida la clave de la felicidad. Y la belleza se busca y encuentra en todas partes, incluso en un inocente libro de primeras imágenes para bebés.