Un libro en una baraja de cartas: Juego de Cartas de Max Aub

Andaba yo buscando libros que pudiéramos leer fácilmente de forma conjunta toda la clase cuando alguien me habló del Juego de cartas de Max Aub. Es un libro en forma de baraja de cartas o, si se prefiere, una baraja compuesta de cartas que llevan un texto impreso por detrás. Fue publicado por primera vez durante el exilio del escritor en México en 1964 y recientemente la editorial Cuadernos del Vigía lo ha reeditado:

Max Aub fue un escritor perteneciente a la Generación del 27 que destacó sobre todo por sus novelas y por el espíritu vanguardista y “juguetón” con el que concibió obras como este Juego de Cartas, que contiene dos juegos completos de la baraja española para, como le gustaba decir a él, leer y jugar con los amigos en el bar. En la parte de atrás de la caja el mismo autor nos explica las reglas de la lectura/juego:

El título es además un juego de palabras porque el término “cartas” no se refiere sólo a los naipes de la baraja que Aub reproduce, sino también al hecho de que los textos escritos detrás de cada cartulina constituyen una carta o misiva que un personaje envía a otro.

Los personajes son muy numerosos, algunos aparecen sólo una vez y otros se van repitiendo, ya sea como emisores o como destinatarios de las cartas. Lo que da unidad a la obra es el contenido de éstas, pues todos los personajes se dedican a comentar la reciente muerte de Máximo Ballesteros: la causa aún no esclarecida del fallecimiento, sus últimos días, cómo era él, sus vicios y virtudes, los grandes odios y amores que despertó en vida, etc.

Resulta muy interesante observar cómo se va construyendo ante nosotros ese personaje y la aleatoriedad de repartir las cartas y combinar los textos de manera diferente. ¿Influye el orden en el que recibimos la información o suceden los hechos en la imagen que nos hacemos de una persona? ¿Cómo una misma persona puede suscitar opiniones tan diferentes e incluso encontradas? Al final, ¿cómo podemos saber quién fue realmente Máximo Ballesteros si ninguno de los personajes es objetivo en su descripción? Por eso mi carta favorita es el diez de copas/corazones de la baraja roja, en la que aparece este texto  que, desde mi punto de vista, contiene una de las claves de esta obra: huir de las convenciones de la novela tradicional que nos ofrecen héroes sólidos, bien construidos con rasgos definidos e intentar acercarse un poco más al conocimiento de las personas que tenemos en el mundo real, fragmentario, subjetivo, erróneo, contradictorio…

Los dibujos de las cartas vienen firmados por Jusep Torres Campanals, que no es otro que el heterónimo que utilizaba Max Aub como ilustrador. Son dibujos de trazos libres, no sujetos a ningún convencionalismo, como lo es la obra literaria de Aub en sí.

Es una obra que despierta muy fácilmente la atención de cualquiera y en una clase podrían hacerse dos tipos de lecturas:

-una lectura común en voz alta: por turnos, cada alumno coge una carta y la lee en voz alta mientras los demás escuchan. Así todos a la vez vamos recibiendo la información y deduciendo quién fue Máximo Ballesteros. Ésta es la que he hecho yo con mis alumnos y le veo el inconveniente de que los que leen con más agilidad se aburren cuando escuchan leer en voz alta a los que leen más lento. Así que creo que la próxima vez optaré más por la segunda opción o una combinación de ambas:

-una lectura individual en voz baja: cada alumno va cogiendo las cartas que quiera y las va leyendo en voz baja, reconstruyendo la historia. Luego entre todos ponemos en común lo que hemos averiguado.

También se podrían pensar en juegos que combinen la lectura con lo que es el típico juego de naipe, a mí por ahora no se me ha ocurrido ninguno más allá de las reglas de juego que propone Aub (se admiten sugerencias).

Y también una obra tan vanguardista resulta muy inspiradora para realizar múltiples actividades de escritura. A mis alumnos y a mí se nos ocurrieron estas dos (y al final optamos por realizar la segunda):

-Contar entre todos una historia de misterio, de miedo o policiaca, en la cual cada uno narre desde su punto de vista los hechos ocurridos. Esta actividad de escritura presenta la dificultad de ponernos todos de acuerdo acerca de la historia que vamos a contar.

-Escribirnos cartas entre todos los miembros de la clase, cuyo contenido principal sean las opiniones subjetivas y fragmentarias (aunque sólo se admiten opiniones positivas) que tenemos de los demás. Puedo decir que mis alumnos se han escrito un montón de cartas con gran entusiasmo.